La plaza de España de Madrid es una gran plaza situada en el
casco histórico de la ciudad, en el barrio de Argüelles del distrito
Moncloa-Aravaca, en el centro de la cual se encuentra una gran fuente dedicada
a Miguel de Cervantes. Hace de eje continuador uniendo la Gran Vía con la calle
de la Princesa. Hasta poco antes de la construcción de la Gran Vía esta plaza
se denominaba Plaza de San Marcial. Destacan en ella, por su altura, dos
edificios en esta plaza: La Torre de Madrid (1957) y el Edificio España (1953),
además de un exponente del modernismo madrileño: la Casa Gallardo y la sede de
la Consejería de Cultura en el Edificio de la Compañía Asturiana de Minas.
Al trasladar Felipe II la Corte de Toledo a Madrid en 1561,
en la zona de la actual Plaza de España apenas había huertas que se regaban con
el arroyo de Leganitos, que nacía en la cercana fuente de los Caños. En el
plano de Texeira de 1656, aparece dentro de la cerca construida por Felipe IV.
Carlos III compró para los frailes del antiguo convento de San Gil, situados
entonces al lado del Palacio Real, un área para construir el convento de
Gilitos, al que deberían trasladarse. La obra se realizó según planos del
arquitecto Manuel Martín Rodríguez, pero nunca llegó a ser habitado por los
monjes. En su lugar, José Bonaparte instalará el cuartel de San Gil, en
principio, de guardias de Corps, al que se le añadirían más adelante
caballerizas, pasando a ser cuartel de Caballería y posteriormente de
Artillería. Fruto de largos debates a lo largo del siglo XIX para el ensanche
de Madrid, se consigue por fin superar el gran obstáculo, derribando la gran
mole del cuartel de San Gil en 1908-1909. Con esta y otras actuaciones, se
lograba aprobar el anteproyecto de formación de la Plaza de España en 1909 y el
proyecto definitivo de la misma, en 1911.
A fecha de 2012, y en el contexto de una crisis
económica, varios de los edificios de la Plaza de España se encuentran vacíos.
Dos de ellos, los números 4 y 5, se hallan okupados y convertidos en viviendas
irregulares, mostrando un deterioro significativo
Justo en el centro de la plaza se encuentra el Monumento a
Miguel de Cervantes, un conjunto escultórico que se realizó al mismo tiempo que
la urbanización de la propia plaza. Alrededor del monumento, se crearon una
serie de espacios ajardinados para el disfrute y descanso de los viandantes.
Enfrente de la estatua de Don Quijote y Sancho Panza, está ubicado un estanque
de forma rectangular que forma una de las vistas más típicas de la capital
española, ya que justo detrás se ven los edificios de Torre de Madrid y
Edificio España. Inicialmente, las estatuas de Don Quijote y Sancho Panza
estaban situadas, aproximadamente, en lo que hoy es el centro del estanque, ya
que éste se realizó posteriormente. La parte constructiva del monumento está elaborada
en granito, mientras que la parte escultórica se decidió realizar en piedra
roja de Sepúlveda (y algunos añadidos en bronce).
Su realización fue llevada a cabo con motivo del tercer
centenario de la publicación de la segunda parte del Quijote, en 1915, y que
prosiguó con el centenario de la muerte del escritor (1547-1616), en 1916. El
autor del proyecto fue el arquitecto y escultor Rafael Martínez Zapatero, quién
contó con la colaboración de Pedro Muguruza Otaño. Las esculturas añadidas
fueron obra de Lorenzo Coullaut Valera.
Las figuras que componen este emblemático monumento tienen,
por un lado, a un sentado Cervantes y en la base del monumento, y bajo los pies
del escritor, se encuentran las estatuas de Don Quijote y Sancho Panza. El
conjunto fue finalizado cuando se añadieron las figuras de Dulcinea y Aldonza
Lorenzo, también personajes de la famosa novela cervantina. Aludiendo a la
universalidad del Quijote, el monumento también contempla los cinco continentes,
todos ellos leyendo la obra de Cervantes. Del otro lado y por encima de las
fuentes, está representada la Literatura Española, vestida de época y sujetando
un libro con su mano derecha.
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