sábado, 24 de enero de 2015

Plaza de España


Plaza de España



La plaza de España de Madrid es una gran plaza situada en el casco histórico de la ciudad, en el barrio de Argüelles del distrito Moncloa-Aravaca, en el centro de la cual se encuentra una gran fuente dedicada a Miguel de Cervantes. Hace de eje continuador uniendo la Gran Vía con la calle de la Princesa. Hasta poco antes de la construcción de la Gran Vía esta plaza se denominaba Plaza de San Marcial. Destacan en ella, por su altura, dos edificios en esta plaza: La Torre de Madrid (1957) y el Edificio España (1953), además de un exponente del modernismo madrileño: la Casa Gallardo y la sede de la Consejería de Cultura en el Edificio de la Compañía Asturiana de Minas.

De esta plaza salen las calles de Gran Vía, Princesa y la Cuesta de San Vicente. Se encuentra también junto a la calle de Bailén, lo que la sitúa junto al Palacio Real de Madrid. Con 36 900 metros cuadrados es una de las mayores plazas de España. Es bastante usual encontrarse en esta plaza grupos de turistas de todas las nacionalidades en cualquier época del año.

Al trasladar Felipe II la Corte de Toledo a Madrid en 1561, en la zona de la actual Plaza de España apenas había huertas que se regaban con el arroyo de Leganitos, que nacía en la cercana fuente de los Caños. En el plano de Texeira de 1656, aparece dentro de la cerca construida por Felipe IV. Carlos III compró para los frailes del antiguo convento de San Gil, situados entonces al lado del Palacio Real, un área para construir el convento de Gilitos, al que deberían trasladarse. La obra se realizó según planos del arquitecto Manuel Martín Rodríguez, pero nunca llegó a ser habitado por los monjes. En su lugar, José Bonaparte instalará el cuartel de San Gil, en principio, de guardias de Corps, al que se le añadirían más adelante caballerizas, pasando a ser cuartel de Caballería y posteriormente de Artillería. Fruto de largos debates a lo largo del siglo XIX para el ensanche de Madrid, se consigue por fin superar el gran obstáculo, derribando la gran mole del cuartel de San Gil en 1908-1909. Con esta y otras actuaciones, se lograba aprobar el anteproyecto de formación de la Plaza de España en 1909 y el proyecto definitivo de la misma, en 1911.

A fecha de 2012, y en el contexto de una crisis económica, varios de los edificios de la Plaza de España se encuentran vacíos. Dos de ellos, los números 4 y 5, se hallan okupados y convertidos en viviendas irregulares, mostrando un deterioro significativo

Justo en el centro de la plaza se encuentra el Monumento a Miguel de Cervantes, un conjunto escultórico que se realizó al mismo tiempo que la urbanización de la propia plaza. Alrededor del monumento, se crearon una serie de espacios ajardinados para el disfrute y descanso de los viandantes. Enfrente de la estatua de Don Quijote y Sancho Panza, está ubicado un estanque de forma rectangular que forma una de las vistas más típicas de la capital española, ya que justo detrás se ven los edificios de Torre de Madrid y Edificio España. Inicialmente, las estatuas de Don Quijote y Sancho Panza estaban situadas, aproximadamente, en lo que hoy es el centro del estanque, ya que éste se realizó posteriormente. La parte constructiva del monumento está elaborada en granito, mientras que la parte escultórica se decidió realizar en piedra roja de Sepúlveda (y algunos añadidos en bronce).

Su realización fue llevada a cabo con motivo del tercer centenario de la publicación de la segunda parte del Quijote, en 1915, y que prosiguó con el centenario de la muerte del escritor (1547-1616), en 1916. El autor del proyecto fue el arquitecto y escultor Rafael Martínez Zapatero, quién contó con la colaboración de Pedro Muguruza Otaño. Las esculturas añadidas fueron obra de Lorenzo Coullaut Valera.

Las figuras que componen este emblemático monumento tienen, por un lado, a un sentado Cervantes y en la base del monumento, y bajo los pies del escritor, se encuentran las estatuas de Don Quijote y Sancho Panza. El conjunto fue finalizado cuando se añadieron las figuras de Dulcinea y Aldonza Lorenzo, también personajes de la famosa novela cervantina. Aludiendo a la universalidad del Quijote, el monumento también contempla los cinco continentes, todos ellos leyendo la obra de Cervantes. Del otro lado y por encima de las fuentes, está representada la Literatura Española, vestida de época y sujetando un libro con su mano derecha.




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