Iglesia de San Ginés de Arlés

En el siglo XIII, siendo Alfonso VI rey de Castilla, el arzobispo de Toledo Don Bernardo de Cluny, consagró extramuros de la villa, un primer templo en honor de San Ginés de Arlés, mártir.

Antes de esta fundación hubo en este mismo lugar una iglesia mozárabe y visigótica.


En 1358 el Papa Inocencio VI, de Aviñón, con motivo de un saqueo y robo sacrílego, atribuido “a moros y a judíos”, remite una bula a la parroquia de San Ginés, concediendo indulgencia plenaria a cuantos colaborasen con su limosnas al desagravio.

La traída de la capital a Madrid por Felipe II dio un nuevo impulso a la parroquia. Aumentó el número y la calidad de sus feligreses y ello exigió reformas en el templo y ampliaciones en la parroquia.

A pesar de las obras realizadas durante el siglo XVI,  en 1641 se produjo un hundimiento parcial. Felipe IV no podía consentir tal estado de ruina en un espacio urbano, próximo al Alcázar y debido a ello, el arzobispo de Toledo, don Diego Castejón y Fonseca, autorizó al párroco de San Ginés para la construcción de un nuevo templo. El arquitecto elegido para el diseño de las trazas y supervisión de las obras fue el reputado fray Lorenzo de San Nicolás auxiliado por su colaborador el maestro alarife Juan Ruiz.

Finalizadas las obras, el 25 de julio de 1645 tuvo lugar con toda solemnidad la inauguración del nuevo templo. 

Mediado el siglo XVII la decoración interior del templo cambió completamente, pues la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando encargó al gran arquitecto Juan de Villanueva una nueva decoración neoclásica que es la que, oportunamente restaurada, luce actualmente.

El 16 de agosto de 1824 un incendio afectó gravemente al edificio, especialmente a su cabecera y se perdieron muchas obras de arte, entre ellas, casi en su totalidad el cuadro de Ricci del retablo mayor. Tan solo dos meses después, la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando confió a Juan Antonio Cuervo, discípulo de Villanueva, la reconstrucción de las partes dañadas, lo que este realizó en el plazo de poco más de dos años (1826).

En 1869, el Ayuntamiento de la capital decidió transformar el lado norte, que daba a la calle del Arenal. La obra realizada entre los años 1870 y 1872, fue inaugurada el día 2 de febrero de 1872. La reforma se realizó fundamentalmente en estilo neoplateresco. 

Durante la guerra civil, la iglesia permaneció cerrada, exceptuando algunas dependencias que fueron empleadas por la República como cuartel militar. A causa de esto último, la construcción sufrió el impacto de proyectiles, y en los años 40 y 50 tuvieron que ser reparados los daños ocasionados.

En 1982, el templo parroquial de San Ginés fue declarado Monumento Histórico Artístico Nacional.